Los lunares son un tema que genera interés recurrente en la población. Sobre todo cuando pican, cambian de color, son carnosos, o si están en lugares de roce y es necesario extirparlos. Por ello, en Alemana seguros en colaboración con los especialistas de Clínica Alemana, queremos que resuelvas todas tus dudas sobre estos crecimientos cutáneos.
El doctor Raúl Cabrera, dermatólogo de Clínica Alemana, aclara dudas en este ámbito y aborda la gran importancia de detectar a tiempo un lunar potencialmente cancerígeno. Pero...
Los lunares son crecimientos de piel, causados por las células encargadas de generar el pigmento de la piel, los melanocitos. Estos generalmente son redondos u ovalados, de color oscuro y se pueden desarrollar en cualquier parte del cuerpo, como por ejemplo las axilas, el cuero cabelludo, pies, manos, entre otros.
Estos crecimientos cutáneos aparecen cuando los melanocitos crecen en grupo debido a diversos factores genéticos asociados frecuentemente a la exposición solar.
Sin embargo, los cuidados deben extremarse en verano, pero son los mismos que se deben tener durante todo el año. La revisión de la piel debe hacerse anualmente para detectar lesiones y un buen momento podría ser durante los meses más fríos.
Esto puede ocurrir cuando no se ha sacado de forma completa. Los que han sido parcialmente extirpados por rasurado como los de la cara pueden volver a crecer, pero esto no significa que se transforman en malignos.
La extirpación de un lunar es una intervención quirúrgica ambulatoria habitualmente sencilla que, en la mayoría de los casos, solamente requiere de anestesia local. Sin embargo, hay ocasiones en que es preferible utilizar sedación, como por ejemplo cuando el área comprometida es extensa.
Los lunares generalmente pican por algún roce o traumatismo involuntario, Sin embargo, si la molestia es frecuente, lo más recomendable es asistir al dermatólogo para evaluarlos.
Los lunares están compuestos por millones de células nerviosas que a veces son atacadas por otras del propio organismo (linfocitos). De este modo, las células del lunar pueden destruirse, perdiendo incluso su color y dejando un tono blanco residual. Aunque en la gran mayoría de los casos es benigno, este fenómeno de “autodestrucción” debe ser visto por un dermatólogo, ya que un melanoma (cáncer derivado del lunar) en ocasiones también puede tener una aureola blanca.
No son malos. En general, no se les debe sacar los pelos con pinzas o cera, a lo sumo cortarlos con tijeras, pero solamente por un sentido estético. La razón está en que, al usar pinzas o cera, esto tracciona los pelos, pudiendo inflamar el lunar o incluso infectarlo.
Los lunares intradérmicos son solo más profundos y llegan a una capa más interna de la piel llamada dermis, pero no es necesario sacarlos por eso.
Asimismo, por muchos años se pensó que lunares sometidos a roce en la palma de las manos o en el pie podían ser potencialmente malignos en el futuro. Eso es un mito, y solo se los debe sacar si molestan o si se lastiman mucho por efecto del roce. La extirpación se puede hacer a cualquier edad y cuando el paciente lo solicite.
Con los que aparecen en forma brusca y se vuelven de color negro, sobre todo si presentan sangramiento o mucho picor.
Por lo general, un adolescente tiene 15 lunares y un adulto entre 20 y 40. Si un paciente presenta mucho más que el promedio, debe consultar a un especialista y además se le recomienda un autoexamen (mirarse los lunares frente a un espejo) al menos cada seis meses.
Los mayores de 40 años deberían siempre ir al dermatólogo para definir junto a él su nivel de riesgo y la periodicidad de los controles posteriores, ya que la mayoría de los cánceres de piel aparecen después de esta edad. Sin embargo, en la actualidad esto ha ido cambiando y la gente joven por una mayor exposición solar está presentando cáncer de piel con más frecuencia y a una menor edad.
El melanoma maligno, un cáncer muy agresivo capaz de dar metástasis a diversos órganos del cuerpo cuando no es detectado a tiempo.
Sí, la consulta precoz es muy beneficiosa. Si un lunar malo ya es un melanoma maligno, pero su crecimiento ha sido muy pequeño dentro de la piel (menos de 1 mm de profundidad), su pronóstico es excelente, pudiendo llegar a casi el 100% de sobrevida. Sin embargo, si se consulta tarde, con un lunar sangrante y de más de 4 milímetros de profundidad, la sobrevida cae a menos del 50% después de cinco años.
Es una cirugía que debe ser manejada por especialistas. En general, se saca el lunar y, según el resultado de la biopsia, se determina una segunda cirugía para ampliar los márgenes de seguridad de extracción del tumor.
La dermatoscopia permite seguir en forma más objetiva a los pacientes, enviar imágenes a distancia para realizar interconsultas, seleccionar los lunares que sea necesario sacar y disminuir el número de biopsias al hacer más precisa su real indicación.
Sí. El melanoma es la forma más agresiva de cáncer de piel y sigue siendo causa de muerte para muchas personas. Sin embargo, esto no debería ser así, ya que este mismo tumor, detectado a tiempo, tiene 100% de sobrevida.
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