Mantener una buena hidratación es esencial para disfrutar del calor. Te contamos sobre los síntomas de deshidratación y cómo prevenirlos
¿Cómo evitar la deshidratación en verano?
El verano es una época de calor, sol y altas temperaturas, durante la cual el cuerpo está expuesto a mayores pérdidas de agua. Esto puede aumentar las posibilidades de sufrir síntomas de deshidratación, lo que destaca la importancia de la prevención y el cuidado.
Por esta razón, en Alemana Seguros queremos que conozcas cuáles son los principales síntomas de la deshidratación y cuáles son las medidas que debes tomar para evitarla durante el verano.
Primero definamos, ¿Qué es la deshidratación? La deshidratación ocurre cuando el cuerpo pierde más agua de la que ingiere y puede causar una serie de síntomas, desde sensación de sed y fatiga hasta complicaciones más graves. El agua es esencial para el funcionamiento del cuerpo, ya que ayuda a transportar nutrientes, eliminar toxinas y mantener la temperatura corporal.
La deshidratación es un problema que puede afectar a personas de todas las edades. Para garantizar tu bienestar y el de tu familia, es ideal contar con un seguro de salud. El seguro Alemana + Salud te ofrece acceso a consultas médicas, tratamientos ambulatorios y hospitalizaciones, adaptándose a tus necesidades y presupuesto.
¿Cómo evitar la deshidratación?
Hay una serie de cosas que puedes hacer para prevenir la deshidratación en niños y adultos durante la temporada de verano:
Bebe mucha agua: Debes beber al menos 8 vasos de agua al día, o más si estás sudando mucho o si hace mucho calor.
Bebe otras bebidas hidratantes: Además del agua, también puedes beber otras bebidas hidratantes, como leche, zumos de frutas sin azúcar, infusiones o bebidas deportivas isotónicas.
Evita las bebidas con cafeína y alcohol.
Usa protector solar: Si vas a estar expuesto al sol durante mucho tiempo, usa una crema solar con un factor de protección solar (FPS) de al menos 30.
Come alimentos ricos en agua: Algunos alimentos, como las frutas y verduras, son ricos en agua. Incluirlos en tu dieta te ayudará a mantenerte hidratado.
Evita exponerte al sol en las horas más calurosas del día: Entre las 12 del mediodía y las 5 de la tarde, es mejor permanecer en lugares frescos y a la sombra.
Si vas a realizar una actividad física extenuante, bebe agua antes.
Usa ropa ligera y holgada: Este tipo de ropa permite que el aire circule y que la piel transpire.
Usa un sombrero y lentes de sol: Estos elementos te protegerán del sol y evitarán que te deshidrates.
Los niños son especialmente vulnerables a sufrir esta condición, ya que tienen menos reservas de agua que los adultos, por lo que es importante estar pendientes de cualquier signo de deshidratación. Algunos consejos para mantener a los niños hidratados:
Ofréceles agua con frecuencia, incluso si no parecen tener sed.
Deja que los niños beban libremente de su propio vaso o botella.
Incluye frutas y verduras ricas en agua en su dieta, como sandía, melón, pepino y lechuga.
Evita que los niños beban bebidas con cafeína.
No dejes a los niños solos en el coche, incluso si hace calor fuera.
¿Cómo saber si estoy deshidratado?
Los síntomas de deshidratación pueden variar desde leves hasta graves. Es crucial prestar atención a las señales que tu cuerpo te envía. La deshidratación leve suele presentar los siguientes signos:
Sed
Fatiga
Mareos
Dolor de cabeza
Confusión
Boca seca
Ojos secos
Piel seca y arrugada
Orina oscura
Frecuencia cardíaca rápida
Respiración rápida
Algunos signos de deshidratación en adultos y niños que se consideran graves incluyen:
Calambres musculares persistentes
Desmayo o pérdida de conocimiento
Pérdida de elasticidad en la piel
Orina mínima o ausente
Confusión mental.
Es importante siempre estar atento a cualquier signo grave de deshidratación, síntomas como los anteriormente mencionados requerirán acudir a un profesional de la salud. La deshidratación severa puede tener consecuencias graves, pero la intervención oportuna puede marcar la diferencia.
¿Quiénes corren más riesgo de deshidratarse?
Cualquiera puede deshidratarse, pero hay algunas personas que corren un mayor riesgo, como:
Bebés y niños pequeños
Adultos mayores
Personas con enfermedades crónicas, como diabetes, enfermedad renal o enfermedad cardíaca
Personas que viven en climas cálidos o húmedos
Personas que participan en actividades físicas extenuantes.
Mantener una hidratación adecuada es fundamental para disfrutar los días de calor, cuidando tu salud y la de tu familia. Seguir estas recomendaciones, te ayudará a prevenir las causas de la deshidratación, asegurando tu bienestar y protegiendo a quienes más amas. Recuerda que contar con un seguro de salud puede contribuir a tu tranquilidad y seguridad ante cualquier eventualidad.